No existe una escuela para padres que nos guíe para educar a nuestros hijos de la mejor manera. Los hijos son grandes maestros para los padres porque con ellos vamos aprendiendo en el camino. Sin embargo, unos consejos a tiempo siempre son bienvenidos para evitar caer en errores que luego lamentamos. Aquí te compartimos algunos de lo errores que frecuentemente cometemos los padres. Reconociéndolos es la mejor forma de evitarlos.
Todos los padres en nuestro rol intentamos educar con la mejor intención y no queremos cometer errores con lo que más amamos en nuestras vidas: «los hijos». A veces nos surgen dudas sobre si lo estamos haciendo bien y eso puede crearnos un poco de ansiedad. Pero saber reconocer nuestros errores es el primer paso e intentarlo evitar es la forma adecuada para lograr ser mejores padres. Estos son los errores que debemos evitar:
- Falta de acuerdo entre los padres: Algunos padres se desautorizan delante del niño. Este hecho les genera confusión y les dificulta en gran medida el proceso de aprendizaje, ya que el niño percibe esa desunión. Ante todo, nosotros como padres, indistintamente de nuestra relación de pareja debemos estar unidos a la hora de tomar decisiones.
- Prometer y no cumplir: prometer a tus hijos un premio o una recompensa y luego no dársela, hace que nuestro niño pierda la motivación y se entristezca. Así mismo darles los premios sin haber cumplido lo pactado, supone un error aún mayor.
- Tratar a tus hijos como amigos: Nosotros los padres somos un símbolo de autoridad y la relación con ellos no puede ser de igual a igual. Hay aspectos de la vida de los hijos como ir al colegio, hacer las tareas o la hora de dormir, en que es necesario mantener nuestra autoridad.
- Compararlos con los hermanos: Nos es recomendable que comparemos a nuestros hijos con nadie y menos con sus hermanos, ya que pueden generarse celos que desarmonicen el espíritu familiar. El psicólogo y pedagogo, Javier Urra señala que «las comparaciones continuadas entre hermanos suscitan celos, envidias y dañan». Nosotros los padres sabemos que cada hijo es diferente.
- Ser permisivo con las nuevas tecnologías: Las tecnologías ofrecen muchas ventajas, pero un mal uso conlleva a efectos muy negativos. Muchos niños pasan horas y horas pegados a las pantallas de sus móviles. Frecuentemente lo usan en las comidas y esto rompe la comunicación en la familia.
- Sobreprotección: La sobreprotección es negativa, pues favorece que los niños se vuelvan dependientes, inseguros e incapaces de tomar decisiones por sí solos, lo que les afecta su autoestima. Algunos padres cometen el error de dar la razón a sus hijos ante un profesor, realizarles las tareas y hasta organizarles la vida para evitar que se equivoquen sin darse cuenta que esto les afecta.
- Falta de constancia: Algunos padres tendemos a educar según el estado de ánimo. Debemos tener en cuenta que la constancia y la educación de nuestros hijos no funciona por etapas, sino que es un proceso continuo y la constancia es fundamental.
- Mejor es conversar antes que castigar: A veces ante un momento de enojo, castigamos a los niños y luego no los aplicamos. Por eso es mejor enseñarles a observar las consecuencias de sus acciones y lo que conlleva, porque luego de que corriges con un castigo y no lo aplicas te desautorizan.
- Gritar y etiquetar: Es importante que no perdamos los papeles cuando nuestro hijo se ha equivocado. Gritando y etiquetando con frases negativas como «que tonto eres», «ya sabía que lo ibas a romper» o «no sirves para nada» causan mucho daño en los niños.
Fuente: Hacer familia, Team La Casa de Tití