Cuando nuestros hijos comienzan a crecer y dependen menos de nosotros, es un poco inquietante. Empezar a permitir que tengan un poco de libertad e independencia no es nada fácil. Renunciamos a un poco de control. Sin embargo, esto será muy beneficioso para su desarrollo. A medida que nuestros hijos crezcan, entenderemos que necesitan más espacio .
Cuando están pequeños
1. Permite que tu hijo tenga tiempo para lidiar con las emociones antes de pedirle que las analice. Siempre que él sienta que algo está mal, probablemente quiera conversarlo. Pero, dale un poco de tiempo para procesar sus emociones antes de que intervengas tú. Los niños a menudo necesitan resolver las cosas en sus propias mentes, antes de pedir ayuda.
2. Proporciona espacio para que tu hijo desarrolle habilidades de toma de decisiones. Hazle saber que respetas sus decisiones dándole autonomía para tomar decisiones más pequeñas y menos consecuentes. Puedes guiar a tu hijo a decisiones inteligentes, pero no tomes todas las decisiones por él o ella.
3. No le des carta blanca. Si bien no quieres microgestionar a tu pequeño, tampoco quieres permitirle participar en actividades que sean física o emocionalmente dañinas. Recuerda que tú sigues siendo el padre y que las reglas básicas que haz establecido para tu hijo son firmes.
4. La forma en que le das espacio a tu hijo ahora puede afectar la forma en que lidiará con el estrés en el futuro. Un adulto que va a correr cuando está enojado o toma un baño caliente cuando se molesta, es probablemente una persona cuyos padres le enseñaron cómo lidiar con las emociones negativas de una manera positiva y apropiada.
Entre los 8 y 12 años de edad
Cuando un niño tiene entre 8 y 12 años, es cuando comienza el autodescubrimiento real. Los preadolescentes están explorando quiénes son y quiénes crecerán para ser. Y a medida que los jóvenes buscan una mayor independencia, naturalmente desean pasar más tiempo lejos de mamá y papá.
Estos son algunos consejos que los padres pueden usar para equilibrar la libertad y los límites de los preadolescentes:
1. Entiende que es natural que tu hijo quiera empezar a diferenciarse de tí. Esto puede significar que tu preadolescente te encuentra vergonzoso en público. Es molesto para uno pero, es completamente normal.
2. Quizás tu hijo no está tan ansioso de tener conversaciones contigo como antes. Para mantener las comunicaciones abiertas, trae temas de discusión casualmente mientras van de compras o juegas videojuegos con él.
3. Ponlo a prueba. Antes de empezar a dejarlo salir de la casa con sus amigos, comienza a probar si él o ella están listos para eso. Una manera de hacer esto es esperarlo en el carro mientras va solo a comprar algunos artículos en la tienda.
4. Pon la seguridad en primer lugar. El hecho de que tu preadolescente esté listo para irrumpir en el mundo no significa que sea un adulto. Los preadolescentes siguen siendo niños, y todavía están en riesgo. Asegúrate de saber siempre dónde está y con quién está. También asegúrate de que tu preadolescente es consciente de las reglas básicas de seguridad, como no hablar con extraños y saber con quién contactar para obtener ayuda durante una emergencia.
Fuente: Health: Howstuffworks, Team La Casa de Tití