Muchas veces los niños se sienten perezosos cuando se trata de hacer ciertas actividades. Por supuesto las que no quieren hacer, pero también les puede pasar incluso con las que disfrutan. A menudo carecen de motivación y postergan las cosas que deben hacer sin pensarlo dos veces. Es por eso que hoy queremos hablarles del Método Kaizen, una receta japonesa para cultivar una mayor ética de trabajo en los niños.
El Método Kaizen, o principio de un minuto, funciona de manera positiva. En japonés, el nombre de la técnica significa «la sabiduría para cambiar«. Se considera un método muy eficaz para superar la pereza y la apatía y se puede aplicar en la mayoría de las situaciones.
¿Cómo funciona el método Kaizen?
Los niños perezosos se toman mucho tiempo con actividades diarias, problemas matemáticos, o un simple favor para su madre. También son demasiado perezosos para despertarse temprano o cepillarse los dientes, y mucho menos guardar sus juguetes. Para todas estas situaciones tenemos este principio de un minuto, y explicaremos cómo funciona a continuación.
Este método tiene como objetivo que no dejemos las cosas sin terminar y que estemos más decididos en los tiempos en que estamos trabajando en una determinada tarea. Afortunadamente, es aplicable tanto para los niños como para los adultos, por lo que podría ayudarnos a mejorar a nosotros mismos también si es necesario. El proceso para lograrlo es el siguiente:
El método
- Con consistencia y dedicación podemos programar una tarea diaria, que debe hacerse a la misma hora todos los días. Para ello, establecemos un cronómetro para un minuto, reservando tiempo solo para lograr una meta. Dado que sólo tienen un minuto, el niño no puede quejarse de la actividad que se le pide que haga. El tictac del reloj los motiva y les dice que se apresuren.
- Recuerde que la tarea programada debe ser la misma todos los días, a la misma hora. Lo que significa que si es difícil para ellos organizar sus juguetes, todos los días esto estará en su horario. Por un minuto se centrarán en recoger su desorden.
- Es importante permanecer constante y permanecer con ellos mientras están completando la tarea. Además, no se olviden de ajustar realmente el reloj durante un minuto. Este es el tiempo que tienen para completarlo para asegurarse de que lo harán con prontitud.
- El Método Kaizen es eficaz para los niños porque lo internalizan y lo ven como un juego. Es divertido correr el reloj y terminar a la hora prevista. No estamos pidiendo mucho, sólo que dediquen 60 segundos a una tarea.
- En el caso de las tareas escolares, la regla de un minuto se aplica en pasos. Un minuto para este problema, uno para leer esta sección, otro para colorear en este mapa. El tiempo de cada trabajo permite una mejor concentración y permite minimizar el tiempo dedicado al trabajo.
- Cuando se acostumbre, lo harán sin tener que ser presionados, y el tiempo podría ni siquiera importarles y lo harán automáticamente. Una vez que notamos mejoras podemos aumentar el tiempo a 5 minutos y más tarde, 10. Pronto, se convertirá en un hábito y no serán controlados por la pereza.
Origen del método Kaizen
El japonés Masaaki Imai creó esta técnica teniendo en cuenta las razones por las que somos perezosos. Muchas veces, tanto los adultos como los niños, tratamos de evitar tareas complejas desde el principio. También nos enfrentamos a la pereza cuando sabemos que la actividad que tenemos que hacer puede tomar mucho tiempo.
Carecer de motivación y pensar que somos incapaces de completar con éxito también contribuye a que atrasemos en el trabajo. A veces la falta de consecuencias es la razón principal por la que existe la pereza. Si no somos firmes con nuestros hijos en asegurarnos de que hagan algo, y que no va a pasar nada si no lo hacen, encontrarán maneras de salir de él.
Masaaki Imai cree que el proceso de adaptación gradual crea hábitos muy arraigados. Como el nombre del método sugiere, la sabiduría para cambiar, la idea es obtener conocimiento interno para cambiar. Al mismo tiempo, el cambio no tiene que tomar mucho esfuerzo para que nos podamos mantener motivados y resilientes.
Fuente: You and Mom Magazine, Team La Casa de Tití