«Nos acostumbramos rápido al triple uniforme de pandemia: el pijama o el chándal para gastar en la intimidad de nuestra casa, porque total, hasta los repartidores te dejaban la compra en el ascensor y no tenían que verte, la ropa sin manchas para las videollamadas para que nadie pensara que nos pasábamos el día en chándal, y la ropa sacrificable para el exterior, el traje de astronauta para salir a la gran aventura cósmica.«
La palabra clave durante el confinamiento es la «comodidad». La tendencia actual es la ropa cómoda y deportiva, tanto para hacer home office, colegios online y hasta para salir cuando se puede. Los monos o chandals ya son una realidad. Son las prendas más prácticas para un día de compras porque son fáciles de poner y lo más importante en una pandemia mundial, quitar para desinfectar. Simplemente llegas a tu casa y en lugar de retirarte prenda por prenda, solo deslizas un zipper, guardas tu ropa y te desinfectas. Así de fácil, así de sencillo. Ropas y confecciones ligeras realizadas en telas suaves y algodones, que sugieran recuerdos felices y nos den confianza en nosotros mismos, opinan algunos diseñadores de moda como Michael Kors.
“Es importante entender que la situación que estamos viviendo cumple muchos de los parámetros para generar alto estrés: es novedosa, su desarrollo es difícil de predecir y además es una amenaza directa y muy real a la salud”, explica Isaac Casas, psicólogo. Afirma que la ansiedad que te puede generar esta situación se debe a la sensación de descontrol. Ir en pijama durante la cuarentena, según este psicólogo, es uno de los elementos que, unido a otros factores como el no tener horarios, provoca que la estructura del día se te diluya y por ende, tus ritmos circadianos se vean afectados. Por ejemplo, provocando que tengas sueño de día e insomnio de noche. “Además, este estado tiene una conexión con la estabilidad emocional. Si alteras estos ritmos vas a sentirte menos estable, puedes llegar a entrar en un bucle, deprimirte y acabar centrando tu mente en aquello que no controlas: el confinamiento, la propagación del virus”, sentencia.
El acto de vestirse, ya sea en chándal, en tejanos o con traje, es por tanto un factor clave para mantener la estructura básica del día y los hábitos de cada uno. Y por ello el mensaje ha de percibirse como motivador y positivo. Porque en estos tiempos de confinamiento completo o a medias, nos hemos acostumbrado a la comodidad, a lo simple y práctico.
Por eso les hemos realizado una lista de artículos de ropa para que mantengan sus rutina de vestir dentro de casa pero a la vez estén muy cómodos con lo que les hace felices. Revisa el clóset de tus hijos y haz que disfruten de esta nueva tendencia. Guarda los uniformes escolares y la ropa formal para darle paso a la comodidad y la practicidad.
- Monos o chandals
- Pantalones de algodón
- Sudaderas
- Leggings
- Vestidos
- Shorts
- Pijamas cortos o largos / dormilonas según la temporada
- Zapatillas de casa / deportivos
- Calcetines antiresbalantes
- Franelas o T-shirts
- Batas
La «Nueva Normalidad» va a traer consigo cambios globales de los que ya somos testigos. Ahora el tapabocas pasó a formar parte de nuestros looks diarios. Y con la vuelta infantil a las calles, vuelve también el agobio paternal. «¿Cómo había que vestir a los niños? ¿Con manga larga y zapato cerrado para que el virus no les salte encima como un puma? ¿O con atuendo veraniego para que no se deshidraten? ¿Con ropa limpia o ya con la que anda sola, porque total, se sentarán o se apoyarán en algún lado y habrá que hervirla a lo bestia?»
El cambio es inevitable, por lo menos hasta que esté disponible una cura contra el virus.
Fuente: El País Opinión, La Vanguardia, Entrepreneur, Team La Casa de Tití