A veces nosotros los padres nos decimos «yo solo quiero lo mejor para mis hijos» y nos pudiéramos confundir con lo que ellos verdaderamente necesitan. Olvidamos que la sobrecarga de obligaciones y las tareas diarias pueden llegar a crear estrés y ansiedad emocional. Aquí les compartimos una serie de consejos para ayudarnos a elegir la opción más adecuada para nuestros hijos. ¿ Y tú qué opinas, deberíamos tener a nuestro hijo todos los días lleno de actividades extraescolares? Nos gustaría que nos dejaras tu comentario.
El comienzo del nuevo año escolar, son días en los que las familias necesitan ajustar las actividades extracurriculares de sus hijos. Una situación que para muchos padres puede ser un verdadero rompecabezas. Muchos los inscriben para mantenerlos ocupados, porque consideran que es beneficioso para potenciar su capacidad intelectual, creativa o para que practiquen un deporte que favorezca su desarrollo físico. Hoy en día todas estas actividades están sujetas a los confinamientos por COVID-19 que haya en cada localidad.
La investigadora y educadora Catherine l’Ecuyer, autora de los libros Educar en el asombro y Educar en la realidad, critica el horario y el estrés al que sometemos a nuestros hijos. Y es que, según los expertos, pese a la importancia que puedan tener las actividades extraescolares en el desarrollo del niño, lo verdaderamente importante para que aprenda, es que juegue.
Eva Marina, directora de la Universidad de Padres, indica que la sociedad actual está perdiendo el hábito del juego como actividad enriquecedora para los niños. Ella nos proporciona una serie de consejos para que los padres sepan elegir la opción más adecuada para nuestros hijos.
- Atender a los intereses del niño y también a su temperamento. Debemos dejar que ellos elijan la oferta disponible. Tenemos que tener en cuenta que es momento de ocio de los niños y que tiene que ser satisfactorio para él. Lo mismo pasa con su personalidad: hay niños muy activos y niños tranquilos; unos son tímidos y otros se comen el mundo. No hay dos niños iguales y, por lo tanto, van a integrarse mejor en un tipo de actividades que en otras.
- Evitar la sobresaturación de la agenda del niño. Como los adultos, los niños necesitan descansar, tener tiempo para jugar con sus amigos, hacer deberes, charlar con nosotros o incluso aburrirse. Es conveniente dejar al menos un par de días sin actividades extraescolares.
- No obligarlos a ir, si no le gusta. Aunque hay que encontrar un punto medio entre animarle a perseverar y saber cuándo no merece la pena que continúe con esa actividad. Muchos padres optan por llevarlos a una clase para probar durante unos días.
- Si vemos síntomas de cansancio, de insomnio, nerviosismo o decaimiento, posiblemente el niño no pueda con todo. Es necesario que estemos atentos a cualquier síntoma de estrés infantil.
- También es importante antes de realizar la inscripción conocer a la persona encargada, su capacitación profesional y el planteamiento pedagógico que tiene esa actividad.
- Lo importante es que los niños aprendan, pero también que disfruten en estas actividades, que les motiven, se sientan a gusto, con la sensación de que progresan. Que poco a poco vayan consiguiendo adquirir la motivación de un logro.
- Evitar actividades extraescolares de refuerzo de los contenidos escolares. Los niños pasan muchas horas en el colegio y posiblemente tengan deberes cuando lleguen a casa, solo si el caso verdaderamente lo amerita.
Los especialistas insisten en que los padres no deben pensar que el niño pierde el tiempo cuando juega. Y si deciden iniciar a sus hijos a actividades extraescolares, que estas sean siempre del agrado de su hijo. La directora de Universidad para Padres subraya que “tanto profesores como padres debemos hacer un esfuerzo para racionalizar “las agendas” de los niños y adolescentes. El descanso, el juego e incluso el aburrimiento son necesarios para su desarrollo intelectual, emocional y social”.
Fuentes: El País. Team La Casa de Titi.