Para la generación Alfa (2010-2025) la cuarentena Covid-19, ha significado que los niños más pequeños no puedan socializar ni jugar con sus compañeros. Los padres los mantienen fuera de la guardería y del colegio para evitar el contagio. ¿Cuál es el efecto a largo plazo de la pandemia en esta próxima generación? Estudios psicológicos demuestran qué podemos hacer como padres para que nuestros hijos no estén tan afectados. Una pequeña caminaba con sus padres en el parque infantil cuando apareció otra familia que se dirigía hacia ellos. La niña se detuvo y dijo: "Uh-oh", y señaló: "Gente". Ha aprendido a mantener la distancia social adecuada para evitar el riesgo de infección por el coronavirus, dice su madre. Ella es parte de una generación que vive en un nuevo tipo de burbuja, una sin otros niños. A ellos se le acabaron las tardes de juego, las clases de música, las fiestas de cumpleaños, el compartir en el parque infantil, entre otros. Los padres están preocupados por estos efectos en el desarrollo de la privación social en curso de sus hijos. "La gente está tratando de sopesar los pros y los contras de lo que es peor: - "poner a su hijo en riesgo de contraer Covid o en riesgo psicológico por falta de interacción social". Es muy pronto aún para encontrar una investigación sobre los efectos de los encierros pandémicos en niños muy pequeños, pero los especialistas en desarrollo infantil dicen que la mayoría de los niños probablemente estarán bien porque sus relaciones más importantes a esta edad son con los padres. Aún así, un número creciente de estudios destaca el valor de la interacción social para el desarrollo del cerebro. Las investigaciones muestran que las redes neuronales que influyen en el desarrollo del lenguaje y la capacidad cognitiva más amplia se construyen a través del tomar y dar, verbal y físico, desde compartir una pelota hasta intercambios de sonidos y frases simples. Diferentes profesionales de la psicología ofrecieron sus puntos de vista al respecto: 1. El verdadero riesgo es que la tecnología interrumpa la interacción familiar El Dr. Hirsh-Pasek y otros opinan que la tecnología presenta tanto oportunidades como riesgos durante la pandemia. Por un lado, permite a los niños participar en juegos virtuales mediante Zoom o FaceTime con abuelos, amigos de la familia u otros niños. Pero también puede distraer a los padres que revisan constantemente sus teléfonos hasta el punto de que el dispositivo interrumpe la inmediatez y la eficacia de la conversación a dúo, un concepto conocido como "tecnoferencia". 2. Si la pandemia dura años, sí podría causar consecuencias psicológicas. Si es cuestión de meses, no van a haber dificultades a largo plazo. John Hagen, profesor emérito de psicología de la Universidad de Michigan, dijo que estaría más preocupado por el efecto de los encierros en los niños pequeños, "si esto durara años y no meses". "Simplemente creo que no estamos lidiando con ningún tipo de cosas que causen dificultades permanentes o de largo plazo", dijo. 3. No hay consecuencias negativas siempre y cuando la interacción social con sus padres sea saludable ya que es la interacción más importante en los niños pequeños. Brenda Volling, profesora de psicología en la Universidad de Michigan y experta en desarrollo social y emocional, dice que lo que más necesitan los bebés, niños pequeños y otros niños que crecen en la era Covid ahora es una interacción estable, cariñosa y amorosa con sus padres. “A estos niños no les falta interacción social”, ellos están obteniendo la interacción “más importante” de sus padres. El aislamiento que sienten los padres hace que estén menos conectados con sus hijos. "Están tratando de administrar el trabajo y la familia en el mismo entorno", dijo el Dr. Volling. Agregó, los padres deben evitar volverse "hostiles o deprimidos y no responder a sus hijos, o ponerse irritables y bruscos". "Eso siempre es peor que perder la oportunidad de jugar con ellos".
Fuente: The New York Times, La Casa de Tití.