Todos tenemos la habilidad de ser creativos. La creatividad refuerza el pensamiento crítico y las habilidades en la resolución de problemas. También ayuda a manejar el estrés y a adaptarse a los cambios. Fomentarla en nuestros hijos es vital. Pero, a veces un pequeño e inocente comentario nuestro es más poderoso de lo que imaginamos y puede hacer que coartemos la creatividad natural de nuestros hijos. «La creatividad puede ser fácilmente aplastada por metas impuestas por otros», dice la neurobióloga Erin Clabough Ph.D. Démosles entonces libertad plena a nuestros hijos de ser creativos.
Involuntariamente, la mayoría de nosotros, los adultos, restringimos la creatividad y limitamos la imaginación de los niños. Y se preguntarán cómo es esto posible si esa no es nuestra intención. Pues pongamos atención a los siguientes puntos:
- Criticar: nuestra crítica debe ser constructiva pero cuidado, a veces no ayuda y podemos coartar su creatividad.
- Presión a la perfección: es importante poner énfasis en el proceso creativo más que el producto final.
- Crianza en «helicóptero«: Es bueno darle espacio a nuestros hijos y no aletear alrededor de ellos mientras hacen su proyecto.
- Restricción de opciones: Debemos dejarlos expresar su creatividad libremente sin restricciones como por ejemplo asignarle el material con que deben pintar. Esto les limita su creatividad.
- Ser jefe: Dejemos de dar órdenes. No les digamos cómo deben hacerlo.
Nuestros comentarios pueden aumentar o limitar la imaginación de los niños.
Trabajemos con nuestros hijos en casa para aumentar su creatividad y dejar de limitar su imaginación. Los maestros en la escuela deberían hacer lo mismo.
Son sus ideas no las nuestras
Para fomentar la creatividad en nuestros hijos debemos ponerle cuidado a nuestras propias ideas y formas de pensar. Quizás puedan ser un poco pasadas de moda. Sintonicemos el mundo de ellos hoy y así podremos aceptar más abiertamente sus nuevas ideas.
Haz que tu mundo no sea su mundo
Es importante evitar que nuestros hijos vean el mundo como lo vemos nosotros. Vamos a permitirles la libertad de usar sus propios sentidos y no influyamos en ellos con nuestras sugerencias. Trabajemos con su proceso creativo y no contra él.
Deja de criticar su trabajo
Es importante que nuestros hijos aprendan de sus ensayos y errores. Nuestra crítica constructiva no les brida la ayuda que nosotros creemos. Admiremos su proceso creativo, no el resultado.
No interfieras con su proceso creativo
No nos pongamos en el camino de su juego creativo. Estamos presenciando la imaginación en pleno desarrollo.
Fuente: Lifehack, Team La Casa de Tití