El nuevo año escolar 2020-21, está por iniciar y aunque en algunas partes las clases serán presenciales, en otras serán todavía online. Quizás nos toque repetir el rol que tuvimos que asumir durante el confinamiento: «el de maestros de nuestros hijos». Veamos algunos consejos para poder asumir este rol y hacer frente a la nueva modalidad educativa para los niños de la mejor manera posible.
Cuando se decretó la cuarentena el pasado mes de marzo por la emergencia del Covid-19, se produjo el cierre de todos los centros educativos en el mundo entero. El cambio en el entorno familiar fue total, los padres y madres cambiaron sus horarios y rutinas para poder ayudar a los hijos y así convertirse en sustitutos del docente. Muchos pudieron seguir las clases de esta forma, otros necesitaron recurrir a los padres para que les ayudaran. Siempre es aconsejable mantener una comunicación cercana con la maestra y trabajar en equipo, en pro de nuestros hijos.
Ahora que pasaron las vacaciones escolares, existe una gran expectativa en cuanto al regreso a clases. Ante este panorama los padres debemos estar preparados pues nuestros hijos van a necesitar ayuda y apoyo de nosotros. Veamos a continuación una serie de consejos básicos que podemos seguir para lograr resultados óptimos. Recordemos que los padres no somos docentes y no podemos cubrir el rol de maestros. Pero sí debemos estar disponibles para ellos y garantizarles que puedan avanzar con las tareas.
A continuación unos puntos claves:
Para niños entre 4 y 7 años:
- Horario: Establecer un horario que sirva para que los niños puedan anticipar lo que ocurrirá en el día. Especificar cómo y en qué orden van a hacer las tareas.
- Lugar: El lugar adecuado debe contar con luz suficiente, cómodo para que no se levanten constantemente y alejado del ruido.
- Organización: Antes de que se sientan a realizar las tareas prepararles todos los materiales requeridos.
- Tiempo específico: Lo ideal es no superar el tiempo de la escuela. Es importante acordar tiempos para el adecuado descanso y un pequeño refrigerio.
- Comunicación: Atenderlos cuando tengan dudas, tratar de orientarlos y no de solventarles los problemas. «Es importante no hacer por ellos las tareas que se les dificulten porque el mensaje que reciben es » yo hago esto por ti porque tú no puedes.» dice la Lic Marta Navarro, Oficial de la Educación, UNICEF. Así mismo darles las herramientas para que resuelvan por si mismos las dificultades, les permitirá afianzar su autoestima lo cual es clave para enfrentar retos en la vida.
- Espacios: «Confiemos en que somos quienes mejor conocemos a nuestras niñas y niños, y estemos atentos a lo que ellos nos quieran preguntar, a cualquier cambio de comportamiento o preocupación que tengan, y generemos espacios para conversar sobre lo que está ocurriendo», sostuvo la Lic. Marta Navarro.
- Juegos: El juego les permite expresar las emociones negativas, miedo al contagio, la muerte, la incertidumbre de cuándo regresan al colegio, de cuándo volverán a salir o de volver a ver a sus amigos. El juego supone una manera de aprender y mejora la convivencia.
Para niños entre 8 y 15 años :
- Horario: Motivarlos a realizar un horario de sus materias y horas de clases y estudio, los va a ayudar a tener un plan estructurado de sus actividades.
- Organizarse: Cuando se trata de adolescentes de los primeros años de secundaria, sería buena conocer la programación de estudios y de fechas de exámenes. Podemos ayudarlos leyendo junto a ellos, buscando la información y sobre todo teniendo nociones y conocimientos sobre todos los temas.
- Lugar: El lugar adecuado debe contar con luz suficiente, ventilado y cómodo para que se concentren.
- Priorizar: El consejo es ayudar a priorizar las actividades según la fecha de entrega y la dificultad que tiene para desarrollarla. Lo mejor es empezar por lo más difícil, pues están menos cansados.
- Tiempo específico: El consejo es permitir muchos descansos, al menos uno cada 40 minutos, como en el aula, para que tengan un óptimo rendimiento y aprendizaje. También ofrecerles refrigerios y ayudarlos a tomar una rutina de trabajo y descanso.
- Comunicación: Motivarlos a que pregunten y aclaren por sí mismos todas las dudas a sus compañeros y profesores. Que se muestren interesados por la resolución de sus dudas y en la culminación de sus deberes.
- Ocio: Para los adolescentes, el ocio va vinculado a las redes sociales, a video juegos, a estar delante de la pantalla, por lo que es aconsejable supervisar tiempos, límites y revisión de contenidos adecuados para sus edades.
En estos momentos llenos de tantos cambios y dificultades es bueno acompañarlos y escucharlos con mucho amor, empatía y solidaridad. Pudieran sentirse desmotivados y desmoralizados al extrañar a su colegio, amigos, familiares, compañeros, maestros y profesores. Es muy importante entender con flexibilidad la situación, manteniendo una actitud positiva y estando presentes para guiarlos y brindarles seguridad.
Fuente: UNICEF para cada niño, Ok diario, Team La Casa de Tití.