Nosotros los padres debemos estar muy atentos a los niños influencers conocidos como YouTubers. El público infantil es el gran consumidor de esta plataforma de vídeos por internet. Tres de los seis canales más populares en España se podrían definir como “vídeos para niños protagonizados por niños y gestionados por sus padres” y cuya influencia nos obliga a tomar precauciones. Tomando a España como ejemplo, los diez canales españoles de Youtube más populares tienen una cosa en común: todos están dirigidos a niños muy pequeños. Incluso a bebés.
En la actualidad los niños influencers se han convertido en los nuevos “prescriptores” de otros niños, y esto obliga a los padres a tomar precauciones. El Lic. César de la Hoz, profesor de primaria, psicopedagogo y mediador familiar, insiste en educar a los menores para que adquieran habilidades digitales.
Aconseja acompañar a nuestros hijos para que desarrollen un pensamiento crítico. Numerosos estudios citados en la Guía parental de Reboot Foundation, una organización con base en París que tiene como finalidad “promover formas de pensamiento más ricas y reflexivas en las escuelas y los hogares”, avalan que las personas podemos pensar con lógica desde una edad muy temprana. El papel de los padres, dicen estos expertos, pasa por estimular a los niños para que desarrollen pronto la capacidad de razonar.
Ellos deben entender desde muy jóvenes cuestiones fundamentales como el valor de la privacidad, y los padres deben explicarles con mucha claridad a la hora de transmitirles los peligros de hacer un mal uso de internet: “Hay que explicarles con mucha claridad que los amigos que tienen en la red pueden no ser reales y que las vidas que se muestran en la pantalla son ficticias como los dibujos animados, aunque estén protagonizadas por niños como ellos”, concuerda De la Hoz. Otra consecuencia de los hábitos de entretenimiento digital de los más jóvenes, y en especial las redes sociales, es que “fomentan el individualismo”, apunta el profesor.
“Todo está relacionado con mostrarse a los demás. Lo curioso es que muchos de estos pequeños que se explayan con naturalidad delante de una cámara después son incapaces de expresarse en público, ante personas reales”, explica. Una posible solución pasa por que “padres y profesores ofrezcan a los niños distintos centros de interés para que desarrollen otras habilidades sociales”.
De la Hoz recurre al concepto “extimidad”, acuñado por el filósofo Jacques Lacan, para referirse a la nueva forma de relacionarse de los menores a través de la red: “Algunos críos se dedican a exhibir su vida íntima para que otras personas den su aprobación y así aumente su autoestima o sus vínculos sociales. Pero muchos de ellos no distinguen lo real de lo irreal, no tienen la menor idea sobre quién tiene acceso a la información íntima que comparten”.
Los canales de unboxing tienen el riesgo adicional de transmitir a los niños la idea de que necesitan nuevos productos y volverlos consumistas para ser más felices. No es casualidad que el vídeo con más visitas de la influencer infantil española Martina d’Antiochia (14 años), sea uno en el que muestra el patinete eléctrico que le regala otra youtuber más joven que ella, Arantxa, de Los juguetes de Arantxa. Su tipo de video enseña cómo se juega con cualquier producto que previamente ha desenvuelto y montado con la ayuda de su padre. Ambas han publicado varios libros y tienen un completo catálogo publicitario. En los datos que comparten en su perfil incluyen una “dirección para envíos”, para información de marcas y fans.
Lo mejor y más seguro es el compromiso activo de los padres en la educación digital de sus hijos: “No hay mejor barrera de protección que entender el medio, alentarles a que nos hagan muchas preguntas sobre todo aquello que ven online y responderlas con naturalidad y franqueza”, recomienda César de la Hoz.
Fuente: La Vanguardia, Team La Casa de Tití