Enseñemos a Nuestros hijos a Identificar las Conductas Positivas y a Diferenciarlas de las Que no lo Son

Uno de los tantos retos que tenemos nosotros los padres a la hora de educar a nuestros hijos es enseñarles que hay conductas que pueden tener consecuencias muy negativas para ellos. Conductas que nosotros los padres no debemos tolerar: la burla hacia los demás la debemos corregir de inmediato; enseñarles que los problemas o disputas se pueden resolver sin llegar a las manos; trabajar en el control de la impulsividad, en el autocontrol. Los padres debemos reforzar la tolerancia, el respeto hacia uno mismo y hacia los demás y la empatía. Hacerles entender que hay acciones que no son aceptables ni negociables. Y deben saber que las acciones inadecuadas tienen sus consecuencias.

Los psicólogos, Abel Domínguez y Antonio Labanda nos orientan al respecto. Nos aconsejan sobre cuatro conductas que pueden marcar la diferencia.

1. Humillar o reírse de los demás

“Cada familia tiene unos valores, es cierto, pero hay temas en los que no se puede transigir, no se puede traspasar la línea: las agresiones, tanto verbales como físicas; la homofobia; el acoso en todas sus vertientes… Es por ello que, para dar unas ideas generales sobre cuáles son los límites, hay que partir de los principios éticos y de los valores; en definitiva, educar en la tolerancia, el respeto y la empatía” A.L.

“Reírse de los demás por ser diferentes, por tener algún tipo de dificultad o porque sufran caídas o golpes, es algo dañino que van a entender perfectamente cuando sufran algún tipo de burla. Esto conlleva un sufrimiento para la persona que recibe ese daño” A.D.

2. Conductas violentas

“Es importante diferenciar lo habitual de lo normal. Por ejemplo, que los niños a ciertas edades se peguen puede ser habitual, pero no es lo normal. Habrá que corregir esa conducta y mejorar en resolución de conflictos” A.L.

“La manera en que te valoras es fundamental para respetar a los demás. Las frustraciones pueden hacer que tu autoestima se vea mermada y el comportamiento hacia los demás sea inadecuado” A.L.

“Deben aprender a solucionar los conflictos llegando a acuerdos o pidiendo el arbitraje de un adulto, y respetando y siendo empático con los otros niños” A.D.

3. Jugar de forma descontrolada, con excesiva energía

A veces, por mucho que los progenitores insistan en que algo no deben hacer, hasta que no reciben una consecuencia, no se dan cuenta de que puede ser verdad lo que le dicen los padres, sobre todo, si lo hacen de forma muy insistente. Los padres deben, por un lado, frenar conductas demasiado apasionadas y, por otro, mostrar alternativas” A.D.

“Se ha demostrado que la práctica deportiva contribuye a mejorar los valores de tolerancia, respeto y empatía, ya que su desarrollo se basa en el esfuerzo, el compromiso de pertenencia al grupo, la perseverancia, la disciplina y el respeto hacia el otro equipo. Es el saber ganar y el saber perder” A.L.

4. Interrumpir a las figuras de autoridad

“La interrupción es una necesidad que surge de hacer algo y la impulsividad acompaña a este acto” “Poco a poco van a tolerar mayor capacidad de demora en el refuerzo, que en este caso es la atención de un adulto” A.D.

“En este tema padres y maestros son modelos de aprendizaje. Su objetivo debe enfocarse a mejorar una conciencia emocional que ayudará a los niños a controlar sus sentimientos y mejorar sus relaciones con los demás en el presente y en el futuro” A.L.

Fuente: La Vanguardia

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