Una vez que las clases se mudaron de la escuela a la casa, empezaron los grandes cambios en nuestro entorno. No importan las edades de nuestros hijos ni el grado que cursan, la concentración en casa cuesta mucho más. Existen más factores de distracción y por ende mas fácil que se dispersen. Sin duda nos puede pasar a nosotros trabajando desde casa.
En casa todo es relajado, tenemos tele, sofá, la cama, la cocina, el teléfono que suena, alguien que llama a la puerta, la mascota a los pies, las tabletas, el video juego y paremos de contar. ¡Cuántas cosas nos pueden distraer!
- Empecemos entonces por crearles un espacio para que puedan trabajar, un escritorio con silla o en una mesa para recrear un pupitre. No deberían asistir a clases ni desde la cama ni desde el sofá.
2. Antes de empezar las clases, es importante que tengan todo lo que van a necesitar a mano, de manera que no tengan que interrumpir la clase. Todo es motivo de distracción.
3. Importantísimo que hayan desayunado bien y hayan ido al baño antes de asistir a sus clases virtuales. Tengamos en cuenta que inventarán cualquier excusa para levantarse de su lugar de estudio.
4. Mantengamos las distracciones al mínimo. Ideal sería que puedan ubicarle su lugar de trabajo en su habitación o en un espacio donde puedan concentrarse. ¡Ojo con los juguetes si son pequeños!
5. Si tienen celular o tableta a mano pueden distraerse fácilmente. Si no la necesitan para las clases será mejor «decomisarlos» durante las horas de clase.
6. Períodos de descanso de 10 minutos cada 45 minutos de clase o tareas. De esta forma despejan un poco, les damos una pausa mental y evitamos el agotamiento absoluto.
A medida que son mayores, la supervisión se hace más difícil. A veces en vez de escuchar al profesor, chatean o ven películas en la computadora. Nada fácil. Pero hay que hacerles entender que hay tiempo para todo. ¡Estudia y luego tendrás tiempo libre!